Sadelas
Sociedad Amigos de la Salud *
HERENCIA FENOTÍPICA y ULTRATUMBISMO
La gente de otrora, la que hoy identificamos como *nuestros antepasados*, de alguna manera intuyó nuestra continuidad como miembros de una sociedad que no se extingue.
Para ellos, el mecanismo de la eternidad terrenal estuvo identificado con la vida de ultratumba, y así fue como terminaron preparándose para *el más allá* de variopintos modos y formas: pirámides egipcias y mayas, acicaladas sepultaciones , oraciones perdonatorias, amenazas infernales a los malvivientes, etc., etc.
Es pues, a raíz de las inferencias científicas formuladas por los teóricos de la función fisiológica de la HERENCIA, cuyo más recordado y digno representante es el clérigo Gregorio Mendel, que los humanos terrestrísimos y mundanísimos, así como mortalísimos, cayeron en la cuenta de que la RESURRECCIÓN ultratumbal no es más que la expresión subjetiva de nuestra INMORTALIDAD objetiva, como reciclados descendientes de una especie biológica dotada del mecanismo resurrector de la herencia misma, y como respuesta , ésta, de nuestra reproducción sexual que nos condena ineluctablemente a morir como individuos (herencia genotípica), y a sobrevivir eternamente como especie (herencia fenotípica).
031_Maracay, año XVI, 17/06/1996
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* Sociedad, en su sentido holístico, porque cada ser humano la representa. Sólo por desviaciones del pensamiento aún no enderezadas, tendemos a salirnos de ella, como si la primera estuviera allá, y el segundo, acá.
Manuel C. Martínez C.
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